Mi experiencia como transportista

Será por cosas de ser moderno, ya sabes, pero ahora nos llaman transportistas, a lo que toda la vida hemos sido camioneros. No me molesta. Me molestan más otros clichés o estereotipos que siempre hemos tenido, y que en ocasiones duelen mucho. Y es que la vida de transportista (o camionero) es bonita, muy bonita, pero a la vez muy sacrificada. Quizás demasiado. Se puede decir que dejas muchas cosas en la carretera que luego te arrepientes.

Cómo convivir con la enfermedad

En la vida te enseñan a hablar, escribir e incluso a hacer derivadas. Luego llega el momento en el que te enseñan a querer a una persona para posteriormente formar una familia, a ser padre. Son pasos que vamos dando en la vida donde el aprendizaje es una parte fundamental. Sin embargo, nunca, nadie, nos enseña a convivir  con la enfermedad. Y es un trago muy duro. Cuando te diagnostican una enfermedad grave, las reacciones pueden ser muy diferentes. Cada persona es un mundo y nunca se sabe reaccionar.

Dolores provocados por tu boca

Quiero compartir con vosotros una experiencia que la verdad creo que puede aportar a muchas personas. Os pongo en antecedentes. Llevaba unos meses muy mal, con unos dolores de espalda tremendos. Algo que me impedía hacer vida normal. Por la mañana me levantaba muy cansado y después de trabajar estaba molido. Sin ganas de nada. Esto provocó un caos en mi vida. Eran unos dolores tan grandes que no podía ni salir de casa, adiós a mi ocio, adiós a hacer deporte. Con todo esto que implica.

Las sonrisas pueden mover el mundo

Hay cosas que cuestan muy poco en esta vida. Sonreír es una de ellas. Me encantan las frases relacionadas con ello. Aquí tengo dos ejemplos. Usa tu sonrisa para cambiar el mundo; no dejes que el mundo cambie tu sonrisa. Nunca te arrepientas de algo que una vez te hizo sonreír. Creo que ambas resumen lo que es mi sentimiento por la vida. Mi actitud. Y cuando has pasado por algo malo, es cuando de verdad comienzas a valorarlo. En mi caso, un par de sucesos familiares me hicieron caer en una profunda depresión. Pasé la peor época de mi vida. Un nudo se apoderó de mi garganta, era imposible comer, no podía ni tragar, y era por algo tan simple como que una desgracia personal me estaba ahogando.

Y llegaste a mi vida

Cientos de veces había escuchado eso de “cuando seas padre” sabrás lo que significa un hijo. Una frase hecha pero que es más que cierta. Cuando esa cosa pequeñita llega a tu vida, todo cambia. Es cierto que el ser padre tiene cosas buenas y alguna cosa menos buena, pero al ver esa carita, ya te das cuenta de que todo ha merecido la pena. Y si como en mi caso, es un niño que tardó en venir, pues miel sobre hijuelas. Porque el pequeño Marcos tardó lo suyo en llegar. Mi pareja, Mónica, y  yo decidimos que sobre los 35 años era el momento de ser padres. Las estadísticas dicen que en el caso de la madre ya es una edad complicada para ser madre, pero por circunstancias de la vida no pudimos hasta esa edad.

La vida comienza de nuevo

Siempre juntos. SJ. Así siempre terminábamos todas nuestras conversaciones mi pareja y yo. Era algo que nos servía para reafirmarnos en nuestra relación. Más de 20 años de pareja. Casi media vida. Nos conocimos a los 18 años. Ella había estado una noche de fiesta con uno de mis amigos, pero entre ellos no surgió la chispa. “Si no quieres tú, voy a intentarlo yo”, le dije. Antonio me miró y se río. La verdad es que nunca había tenido suerte en eso de ligar, él sí, y Vanesa era una chica cañón. Sin embargo, ese día quizás se cruzaron los astros, y ella decidió darme una oportunidad.

Libros que te ayudan a ser mejor persona

La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta”. Esta magnífica cita, como es lógico, no es mía, pertenece al novelista y ensayista francés André Maurois  (1885-1967). Sin duda, un gran reflejo de lo que es un libro. Y es que el hallazgo afortunado de una buena lectura puede cambiar el destino de un alma. ¿No crees? Por eso hoy os quiero recomendar una serie de libros que para mí me han ayudado a ser mejor persona. Todos ellos los puedes encontrar en la web de Ediciones Aljibe, espero que os llenen tanto como lo han hecho conmigo.

Amor desde la guardería

¿Existe el amor eterno? Muchas son las canciones que lo dicen, incluso poemas. Pero a la hora de la verdad es muy complicado. Yo puedo decir que en mi caso, si no es cierto, es casi eterno. Mónica y yo nos conocimos en la guardería. Sí, como suena. Éramos vecinos y nuestros padres nos llevaron a la misma. Después de ir a la guardería, llegó el colegio y en 5 de EGB llegó el primer beso. Nos deseamos amor eterno y 30 años después seguimos juntos.

Una vida en una maleta

Cuando tenían 18 años y se veían en la discoteca nunca pensaron que estarían media vida juntos. Ella estaba enamorada de su mejor amigo. El típico guapito que nunca la hizo caso. Él, aguárdame paciente la oportunidad. Ella, rubia, buen tipo y simpática. Un bombón. Él, tímido, introvertido  y con muchos complejos. Pero solo fue cuestión de estar a su lado en los malos momentos. De hacerla ver que la belleza está en el interior. Media vida juntos que solo un maldito cáncer pudo romper.

Volver al pueblo

Quien no tiene pueblo no sabe lo que se pierde. Quien tiene pueblo, tiene un tesoro. Cada vez estoy más convencido de ello. Tengo 35 años, casi 36, y  cada vez que pienso en mis veranos en mi pueblo, Matapozuelos, me siento un privilegiado. Siempre recuerdo que cuando era un niño íbamos con mis padres a casa de mis abuelos. Semana Santa, Navidad y sobre todo verano, son las fechas que tenía marcadas en mi agenda para viajar al pueblo.

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