
Aday, el boliche del barrio
Cuando Aday decidió ponerse a dieta jamás pensó que le sería tan complicado tener que prescindir de ciertos alimentos. Él pensaba que con un poco de ejercicio e inflándose a verdura empezaría a adelgazar evitando pasar hambre, pero estaba muy equivocado. Una cosa es el hambre y otra muy diferente es el capricho o las ganas de comer algo sólo por el mero hecho de que lo tienes prohibido. Tampoco pensó en los eventos sociales y en cómo debería conformarse