Ya lo decía Descartés, el sentido común es el mejor repartido de todos los sentidos. No hay nadie que se queje del suyo. Yo me atrevería a decir, que además del sentido común, existe otra cosa de la que todos y todas estamos orgullosas, el sexo. Desde nuestro particular punto de vista, todas nosotras, todos vosotros, practicamos sexo de maravilla, nadie se nos pueden comparar y no aceptamos críticas, eso por descontado. El problema lo tendrás tú que no sabes…
Pero como todo en la vida, también se puede aprender a hacer el amor. Se puede aprender que hay placer más allá de la pura genitalidad, que existen orgasmos que afectan a la totalidad del cuerpo y que pueden hacerse eternos, que el cuerpo entero es un receptor de sensibilidad, y que fundido a otro cuerpo y en armonía con el universo en general, se pueden alcanzar formas de sentir desconocidas, profundas y duraderas.
Estamos hablando, como no, del sexo tántrico, y sí, es algo que se puede enseñar y por tanto aprender. De hecho, en Barcelona tenemos a Maite Domènech, especialista en tantra, Fundadora y Gerente de PRANA, Centro de Dinámicas Corporales, Diplomada en Trabajo Social por la Universidad de Barcelona y profundamente interesada en el ser humano y especialmente en el SER interior que habita en cada persona. Formada como profesional Renacedora y en Terapia de Regresión, dirige actualmente la formación en “Tantra del corazón”. Es autora del libro “Un SI a la vida” de ED. Mandala, y del Manual, ” Iniciación al Tantra” de ED. Hispano Europea. Maite colabora en diversos medios de comunicación, TV, Radio, Prensa, e imparte multitud de seminarios y conferencias sobre evolución emocional y espiritual, aportando con su mensaje vital y auténtico una nueva manera de ver la vida.
Tengo que reconocer que el sexo tántrico siempre había llamado mi atención, despertado mi curiosidad indómita e insaciable, así que decidí matricularme a uno de los varios que ofrece, concretamente, Iniciación Al Tantra. Sentidos Y Sensualidad, y estoy aprendiendo un montón de cosas interesantes, tanto que he pensado en realizar otros, más adelante. De entrada el siguiente será, Tantra Para Mujeres. Una Sonrisa A Tu Sexualidad. Me muero de ganas de empezar…
Mi experiencia con el tantra
El tantra me está enseñando a sentir con el cuerpo entero, con los cinco sentidos, a canalizar la energía producida durante el orgasmo y a mantenerla y prolongarla como y cuando quiera. ¿No es fantástico?
Evidentemente, no todos alcanzan el mismo nivel de iluminación, pero igualmente, se pueden aprender las milenarias formas de llegar a fundirse con el otro formando un único cuerpo, y con el universo, y por un instante dejarse acariciar por las estrellas.
El sexo tánctrico, lejos de lo que puedan pensar algunos y algunas, no consiste en un enorme conjunto de técnicas destinadas a conseguir más y mejores orgasmos, sino que es una manera de conectar con el universo entero , de vivir el presente, el instante eterno, de manifestar los sentimientos, de aceptarse y de aceptar, y sobre todo, de dejarse llevar de la mano con el “otro”, como si ambos cuerpos y el cosmos, fueran una y la misma cosa.
En el curso me he encontrado con toda clase de gente. Mujeres jóvenes en busca de nuevas experiencias, de nuevas formas de sentir, mujeres maduras que intentan abrirse al mundo, hombres con problemas de erección o muy apasionados, buscando nuevas formas de placer. El sexo tántrico no excluye a nadie. Todas las personas son susceptibles de llegar a beneficiarse de las enseñanzas de esta práctica, que más allá de lo puramente sexual, es una forma de vida.
El tantra nos está enseñando a querernos a nosotros mismos, a amar a nuestro cuerpo y a escucharlo, porque nadie mejor que él sabe lo que queremos, lo que nos gusta y lo que necesitamos, lo que nos sienta bien, lo que nos produce placer. Todos los cuerpos, independiente de su forma, de su tamaño o de su color, son igualmente bellos. Y sólo comprendiendo esto, es posible alcanzar el placer tántrico. De una u otra forma, todos hemos ganado en cuanto a calidad sexual, en eso estamos todos de acuerdo.