La vivienda es uno de los asuntos que más relevancia tiene a lo largo de la vida de un ser humano. Se trata de nuestra guarida, del lugar en el que vamos a pasar la mayor parte del tiempo, un tiempo que va a coincidir con nuestro tiempo de ocio y cada vez más, con nuestra jornada laboral a causa de la instauración del teletrabajo desde que llegara la pandemia en el mes de marzo de 2020. Por tanto, es lógico que le demos una importancia tan grande y que esta sea una de las inversiones más grandes a las que hagamos frente durante toda nuestra vida.
La verdad es que hablamos de uno de los temas que más de actualidad se encuentra. Ya sabéis que el precio de la vivienda en España está siendo objeto de debate, así como el montante que hay que desembolsar cada mes para alquilar un piso o una casa. En mi caso, he de sentirme afortunado porque, hace algunos años, heredé una vivienda familiar que había sido de mi abuela y que me iba a venir de perlas para instalarme, en un futuro, con mi mujer. Se trata de una vivienda de más de 100 metros cuadrados, de dos plantas y que, además, se encontraba dentro de la localidad en la que tanto mi mujer como yo trabajamos. Era un lugar perfecto para vivir felices y no tener que depender de un alquiler, como nos había pasado hasta la fecha.
La vivienda, eso sí, necesitaba algunos cambios. Se trataba de un lugar en el que no había vivido nadie durante los dos últimos años. Y era una vivienda antigua. Por tanto, teníamos que pensar en hacer algún que otro cambio en ella si queríamos vivir en ella. Eso es lo que teníamos que pensar y valorar. Nos pusimos manos a la obra para tratar de conseguirlo y hacer un primer diagnóstico de lo que era necesario para adaptar esa vivienda y convertirla en un hogar en el que nos íbamos a quedar a vivir por el resto de nuestros días.
Empezamos a darle vueltas al coco haciéndonos preguntas como qué clase de cosas se valoraban en una vivienda. La respuesta se encuentra en una noticia como la que os enlazo a continuación y que aparece en la web de eldiario.es. La ubicación, las características del edificio o la orientación son aspectos fundamentales que la gente tiene muy en cuenta y que no cabe la menor duda de que generan un impacto positivo (si es que son aspectos positivos para la vivienda concreta de la que estemos hablando, claro). Pero nosotros no queríamos quedarnos solo ahí, así que fuimos más allá de lo que aparece en esas líneas.
Os detallo a continuación una serie de cosas que tuvimos en cuenta para tratar de convertir aquella antigua vivienda en un hogar como el que necesitábamos.
Sustitución del mobiliario
Creo que este es uno de los aspectos que nunca deben faltar en lo que tiene que ver con la llegada a una vivienda que ya tiene bastantes años a cuestas. Los muebles, como cualquier cosa, van envejeciendo con el paso de los años y llega un punto en el que dejan de ser tan útiles como lo eran al principio de su vida. Eso es precisamente lo que pensamos cuando llegamos a la nueva vivienda y vimos que el mobiliario ya contaba con bastantes años de antigüedad y que incluso estaba roto y era inservible.
Cuando una familia se tiene que enfrentar a un cambio en el mobiliario, lo más conveniente es que se vaya enfrentando a este desafío poco a poco. Un cambio completo de muebles supone mucho dinero, así que lo que nosotros hicimos fue ir comprando los nuevos muebles poco a poco, mes a mes, para que la inversión se redistribuyera y no nos quedáramos con el bolsillo temblando. Lo cierto es que teníamos bastante suerte para enfrentarnos a un proyecto de estas características porque, al estar hablando de una casa heredada, al menos no teníamos que pagar ninguna hipoteca. Eso, a día de hoy, es una verdadera suerte.
Cambio de las ventanas
El cambio de las ventanas era otra de las grandes necesidades que tenía la vivienda, que contaba con unas ventanas que tenían cristales demasiado finos y que apenas podían aislarnos de las temperaturas exteriores. Lo que hicimos en este caso fue apostar por unas ventanas de Pvc. Contactamos con varias empresas para pedir presupuestos y nos quedamos finalmente con Ventanas de Pvc Granada porque nos proporcionaban tanto aislamiento térmico como acústico, además de mayores dosis de seguridad y resistencia. Desde luego, esto iba a ser clave para poner nuestra comodidad a buen recaudo.
Hay muchas personas que no valoran todavía lo importante que resultan unas buenas ventanas. Este tipo de elementos no solo valen para que tengamos una visión del exterior de nuestra vivienda, sino para garantizar la máxima de nuestras comodidades y la seguridad. ¿Cuántas veces han entrado intrusos a viviendas rompiendo las ventanas? ¿Cuántas veces la mala climatización de un edificio tiene que ver directamente con la baja calidad de sus ventanas? La cantidad de cosas que se pueden corregir con instalación de ventanas que sean de calidad es mucha y nosotros no queríamos quedarnos sin resolverlas.
Redistribución de los espacios
Este es otro de los campos que se tienen en consideración a la hora de adaptar una vivienda a la realidad en la que nos volvemos a día de hoy. Que una vivienda cuente con una organización perfecta de los espacios y que no haya muebles podemos objetos que afecten a la movilidad de las personas en su interior es algo básico y que se tiene ahora más en cuenta que en ningún otro momento anterior. Podemos contar con una vivienda que sea extremadamente espaciosa, pero si no tenemos en cuenta la distribución que hagamos de ese espacio, no estaremos en absoluto cómodos. Vale más un espacio más reducido y organizado que uno más grande y desorganizado.
Reparación de grietas o goteras
Estamos hablando de una de las cosas que hay que resolver con mayor urgencia. Cuando una vivienda ha estado deshabitada durante algunos años, es lógico que aparezcan algunos desperfectos como los que estamos comentando. Si, además, la vivienda ya cuenta con algunos años de antigüedad, los riesgos en este sentido son mayores si cabe. Por tanto, debemos estar permanentemente atentos y atentas a este tipo de cosas y no dejar que permanezcan durante demasiado tiempo en el hogar. Podríamos estar poniendo en jaque nuestra propia seguridad, que es de las cosas más valiosas que podemos poseer.
Se trata, además, de problemas que, si no se atajan, se vuelven todavía más complicados con el paso del tiempo. Esta variable, el tiempo, es de una importancia extrema cuando suceden este tipo de cosas, así que nos tenemos que esforzar al máximo por encontrar alguien que nos pueda echar un cable en este sentido y que tenga la posibilidad de resolver esas amenazas. En nuestro caso, tuvimos que resolver las dos cosas: grietas y goteras. Por suerte, pudimos dar con un par de personas que resolvieron el asunto y que pusieron las medidas oportunas para tratar de que no volvieran a aparecer.
Hay que tener en cuenta que todos y cada uno de estos aspectos, por sí mismo, nos puede generar grandes ventajas a lo largo de nuestra vida diaria. En España, medio millón de personas cambiaron de vivienda a lo largo del año 2021 según Idealista y, muy probablemente, tuvieron que enfrentarse a alguna de estas situaciones si, como nosotros, accedieron a una vivienda familiar que hacía tiempo que no estaba habitada. Es preferible que, antes de trasladarnos de una manera definitiva, hagamos un diagnóstico del estado de la vivienda para saber si es conveniente efectuar el traslado de inmediato o hay que esperar unos meses para hacerlo.
Nosotros tuvimos paciencia y, una vez que estuvo todo listo para entrar a vivir en nuestra nueva vivienda, procedimos a realizar la mudanza. Y la verdad es que no nos arrepentimos en absoluto, porque la comodidad y el bienestar fueron factores que empezaron a formar parte de nuestra vida de inmediato. Acertamos de pleno con nuestra decisión. No cabe la menor duda de que se trata de un cambio que va a marcar el resto de nuestra existencia para bien. Nos alegramos mucho de haber dado este paso.
Si no lo hubiéramos dado, tendríamos que hacerlo deprisa y corriendo de cara a los próximos meses porque… ¡vamos a tener un hijo! Esta noticia, que tanta ilusión nos hace y que sin duda es un alegrón tremendo para toda la familia, la recibimos con toda la tranquilidad del mundo porque una vivienda como la que tenemos ahora sí se ajusta a lo que necesitamos para vivir tres personas. Antes hubiese sido muy difícil que lo hubiéramos hecho porque nuestro anterior hogar era demasiado pequeño y no hubiera respondido a las necesidades que van asociadas a criar a una persona recién nacida.