Estudiar en tiempos de Covid-19

El 2020 se ha convertido en uno de los más atípicos de la historia para quienes vivimos esta época. Lo mismo podrían decir los sobrevivientes de la gripe española, la pandemia que atacó el mundo hace poco más de 100 años.

Sin embargo, si hacemos memoria o si nos vamos a investigar un poco, la educación durante el primer cuarto de siglo y específicamente en los años 1916 y 1920 – en los cuales se desarrolló la pandemia de la gripe española, incluyendo sus rebrotes- la educación era completamente diferente a cómo la concebimos a día de hoy. Para la época, aunque la educación era obligatoria, en 1900 el analfabetismo femenino se situaba en un 71,4%, mientras que el masculino significaba algo más de la mitad, el 55,8%. Para 1930 las mujeres analfabetas habían descendido hasta el 47,5%, y los hombres hasta el 37%, lo que significa que aún cuando la educación era obligatoria en teoría, la realidad era otra si a la práctica lo llevamos.

Actualmente y gracias a todos los cambios sociales, la educación española abarca desde la primera infancia hasta la adolescencia, sin distinción entre estudiantes femeninos o masculinos, y con un sistema educativo que permite la atención desde los 0 hasta los 16 años, incluyendo allí la Educación Infantil -no obligatoria-, Educación Básica y La Educación Secundaria Obligatoria o ESO de carácter obligatorio, mientras que el Bachillerato -a partir de los 16 años aproximadamente-, la Formación Profesional de grado medio y superior, no son obligatorias.

Teniendo todo esto claro y viendo como el siglo XXI ha traído muchas mejoras a nivel educativo, y teniendo a la manos cientos de herramientas educativas, aún así, uno de los grandes afectados durante la pandemia del Covid-19 ha sido el aspecto académico y de aprendizaje, pues se ha pasado de una modalidad presencial a una modalidad a distancia y online que requiere de una serie de elementos que por línea general no son absolutamente necesarios.

El cierre de las instituciones educativas, asumiendo las directrices de las autoridades, formó parte de las decisiones que se tomaron con la intención de minimizar las posibilidades de contagios entre los niños, aun cuando se tiene entendido que los síntomas entre los menores son similares a una gripe común, el peligro no es sólo por ellos -que son los menos afectados- sino las posibilidades de contagio de los adultos con los que viven, sean sus representantes, los abuelos o cualquier miembro de la familia, siendo la tercera edad los más propensos a presentar graves complicaciones por el virus.

Claramente esto significó un cambio momentáneo y para el que nadie estaba preparado. Si a comienzos del 2020 nos hubiesen dicho que pasaríamos meses en confinamiento, que el mundo pasaría por una pandemia y que se registraron millones de contagiados, probablemente nos habríamos reído.

Sin embargo, todo eso es real y afectó todos los aspectos de la vida que conocíamos, incluyendo la educación. El principio del confinamiento pudo suponer para miles, unos días de vacaciones necesarios para descansar de las actividades educativas de los diferentes niveles, lo que no sabíamos era que esos días de “descanso” se alargarían y que tendríamos que adaptarnos a una nueva manera de aprender, de estudiar y de recibir e impartir ese conocimiento.

La educación no se detuvo aunque no estuviéramos en las aulas, pues tanto maestros como estudiantes, se vieron de la noche a la mañana en una nueva modalidad educativa que aunque estemos en vísperas de un nuevo año escolar, aún estamos intentando adaptarnos. Con la cercanía del inicio de actividades -según los cronogramas establecidos- y con rebrotes de Covid-19, el regreso a clases sigue siendo muy incierto, por lo que habría que prepararse para todos los escenarios posibles, sea de nuevo en las aulas adaptandonos a una nueva normalidad o en caso contrario, que se continúe el proceso educativo en modalidad a distancia.

Educación a distancia

Es evidente que mucho nos queda por descubrir con respecto al virus y que seguimos sin saber cómo vamos a afrontar este nuevo ciclo escolar, sin embargo, prepararnos para mantener el proceso educativo estando en casa, es una buena idea viendo lo cerca que estamos de el “regreso a clases” por ello, es importante que tengamos un plan de acción y que podamos seguir para intentar que el proceso sea el más beneficioso para todos, tanto para los estudiantes, como para los docentes.

En este caso, es fundamental que estemos conscientes de que el proceso educativo es diferente y que debemos entenderlo de una manera distinta, la educación no se trata solamente de una formación académica o meramente teórica, la socialización es fundamental en el proceso educativo y esto es algo que en confinamiento, no puede -o no debe- ocurrir. Por supuesto, aunque esto puede ayudar a disminuir los contagios, también perjudica el desenvolvimiento emocional, físico y social de los estudiantes.

De igual forma, también hay que considerar que la educación a distancia en plena era digital, requiere de una serie de materiales que no todo el mundo puede tener, que puede ir desde dispositivos electrónicos, ordenadores, una buena conexión a internet, entre otras cosas de las que no dispone toda la población educativa, por lo que un grupo de ella podría verse afectado.

Según MercaMarket, tienda electrónica con más de 20 años de experiencia, durante el confinamiento se incrementó la venta de dispositivos electrónicos, como móviles de media o alta gama, tabletas y ordenadores, esto con la finalidad de poder realizar mejor las asignaciones o la asistencia a las clases online que fueron programadas según las necesidades y propuestas de las diferentes instituciones educativas.

Si bien es cierto que para algunos la adquisición de este tipo de dispositivos es económicamente posible, no para todos es viable y esa es una parte de la población que no podemos dejar de lado o que no podemos olvidar, por ello, la prioridad es volver a las aulas, cumpliendo con todas las medidas de seguridad. Sin embargo, si el comienzo de actividades escolares se da desde casa, aquí hay unos consejos según la UNESCO, que pueden ser de ayuda para los estudiantes:

  • Atención a los planes de estudio: Es importante que los docentes envíen el plan de estudios. Esto permitirá tener una idea de los temas a cubrir, su secuencia, el tiempo necesario para su preparación y los criterios de evaluación del desempeño.
  • Pon en una balanza las prioridades y necesidades: Tomar en cuenta lo más importante y lo que necesitas atacar como prioritario, es fundamental para planificar la jornada de estudio eficientemente.
  • Identifica las dificultades y habilidades: Hay cosas que por naturaleza se nos hacen más sencillas. Invertir más tiempo en cosas que resulten más difíciles, es importante, pues las que se nos hacen más sencillas, las podemos resolver de forma rápida y eficiente.
  • Lista de cosas por hacer: Utiliza tus horas más productivas en las tareas más difíciles. Es mejor hacer un plan mínimo y realista para un día o una semana y cumplirlo, que intentar abarcar demasiado y no poder llegar a completarlo.

Por supuesto, en este caso, la institución educativa dará los lineamientos en los que se basará el proceso educativo, pero estos consejos pueden ayudar a entender mejor el proceso de la educación a distancia.

El regreso a las aulas

No sabemos si eso será posible para el inicio del ciclo escolar, sin embargo, es fundamental que cuando esto se permita, seamos capaces de adaptarnos a una nueva realidad y a una nueva forma de ver la educación presencial. Pues mientras el mundo sigue aprendiendo sobre el virus, se consigue una vacuna y logramos aprender a vivir con él, la vida sigue su curso.

En el caso de las instituciones educativas, habrá que hacer modificaciones en lo que respecta a los protocolos de ingreso, y también a lo que ocurre dentro del aula. Hace unos meses se hizo viral un video en el que se veía el protocolo de seguridad para que un pequeño pudiera entrar al colegio en China, la toma de temperatura, cambio de mascarilla, lavado de manos, desinfectado del calzado, eran algunas de las medidas.

A su vez, dentro del aula se organizaron los pupitres o mesas de trabajo de forma que se pueda respetar el distanciamiento social, en algunos casos se colocaron placas transparentes para cada puesto individual de trabajo, se adaptaron espacios al aire libre y se le dotó a los maestros de trajes especiales para poder impartir clases. Estas pudieran ser algunas medidas a tomar para que el regreso a clases sea lo más seguro posible, sin embargo, lo más importante es la salud, por lo que deberemos esperar las medidas que las autoridades tomarán con relación a la vuelta a clases.

La realidad es que a día de hoy, todo es un poco incierto y que hay muchos factores a tomar en cuenta, sin embargo, es importante que continuemos con la labor educativa, con altas y bajas, pues de una u otra manera, en algún momento se logrará la regulación de esto y volveremos a la normalidad, una nueva y diferente, pero lo más cercano a la normalidad posible.

 

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