La traducción jurada es muy importante porque no solo ayuda a comunicar entre diferentes idiomas, sino que también lleva información que puede tener implicaciones legales muy serias. Los traductores jurados tienen que ser muy cuidadosos para asegurarse de que lo que traducen sea exacto y fiel al original, al mismo tiempo que se mantienen éticos y responsables.
Como explican desde la empresa de traducción, Traduspanish, “las traducciones juradas tienen que llevarlas a cabo por traductores jurados nombrados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación para realizar traducciones oficiales. Los traductores jurados tienen la función de certificar la fidelidad y exactitud de la traducción realizada con respecto al documento original redactado en otro idioma. Esto es lo que se conoce como la «jura» de la traducción”.
En este texto, vamos a hablar sobre los problemas éticos importantes que enfrentan estos traductores y cómo pueden encontrar soluciones examinando diferentes aspectos de su trabajo.
Fidelidad vs. Interpretación
En el ámbito de la traducción jurada, la búsqueda de la fidelidad al texto original se enfrenta a la necesidad de interpretar el significado para hacerlo comprensible en la lengua de destino. Esta dicotomía entre fidelidad e interpretación genera un debate sobre la posibilidad de una «neutralidad» en la traducción jurada.
La fidelidad:
En la traducción jurada mantener la fidelidad al texto original es un principio fundamental. El traductor jurado está obligado a reproducir con exactitud el contenido del documento original. En primer lugar, por su significado literal, pero también por los matices, el tono y el estilo.
La interpretación:
Traducir no es sólo cambiar palabras de un idioma a otro. El traductor debe interpretar el texto para que sea comprendido en el nuevo idioma. Para hacerlo bien, debe tener en cuenta las diferencias culturales, lingüísticas y legales entre los idiomas para transmitir el significado original de manera clara.
Neutralidad:
Cuando buscamos ser fieles al texto original y al mismo tiempo interpretarlo, surge la pregunta sobre si es posible lograr una «neutralidad» en la traducción jurada. La subjetividad del traductor, su educación, cultura y experiencia siempre influirán en la traducción, incluso cuando se esfuerza por ser lo más preciso posible.
Dilemas y soluciones:
La traducción jurada se enfrenta a diversos dilemas relacionados con la fidelidad e interpretación:
- Ambigüedades en el texto original: ¿El traductor jurada debe reproducir la ambigüedad o interpretarla de la forma más plausible?
- Errores en el texto original: ¿El traductor jurada debe corregir los errores o reproducirlos fielmente?
- Sesgos discriminatorios en el texto original: ¿El traductor jurada debe reflejarlos o denunciarlos?
Confidencialidad y transparencia:
La traducción jurada es un proceso que requiere un alto grado de confidencialidad y transparencia.
La naturaleza sensible de la información que se suele traducir, como datos personales, secretos comerciales o información médica, exige un manejo responsable y ético por parte del traductor jurado.
El traductor jurado tiene la obligación de mantener la confidencialidad de toda la información que le sea proporcionada en el marco de su trabajo para proteger la privacidad de sus clientes. En cuanto a la transparencia, los clientes tienen derecho a saber cómo se traducirán sus documentos y qué información se incluirá en la traducción jurada.
Los traductores jurados deben ser transparentes con sus clientes sobre su proceso de trabajo y las tarifas que cobran.
La traducción jurada se enfrenta a diversos dilemas relacionados con la confidencialidad y la transparencia:
- Información confidencial vs. denuncia de actividades ilegales: ¿El traductor jurado tiene la obligación de denunciar actividades ilegales que se revelen en el texto original?
- Solicitud de anonimato por parte del cliente: ¿El traductor jurado puede acceder a esta solicitud?
- Uso de herramientas de traducción automática: ¿El uso de estas herramientas puede comprometer la confidencialidad de la información?
Autonomía vs. autoría:
En el ámbito de la traducción jurada, la tensión entre la autonomía del traductor y el reconocimiento de su autoría es un tema complejo que genera debate. La naturaleza del trabajo, a menudo realizado bajo la sombra de otros, puede invisibilizar la labor intelectual y creativa que implica la traducción.
Autonomía:
Los traductores jurados son profesionales altamente cualificados que gozan de una considerable autonomía en su trabajo. Son ellos quienes seleccionan las herramientas y estrategias de traducción, interpretan el texto original y toman decisiones sobre la mejor manera de transmitir el significado.
Autoría:
Quién hizo la traducción es a menudo un asunto discutido. A veces, los clientes quieren ocultar quién tradujo o quitan el sello del traductor para reclamar la traducción como suya. Aunque en algunos casos esto es legal, desestima el esfuerzo intelectual del traductor y no reconoce su creatividad.
Dilemas y soluciones
La traducción jurada se enfrenta a diversos dilemas relacionados con la autonomía y la autoría:
- Anonimato vs. reconocimiento: ¿El traductor jurado tiene derecho a que se reconozca su trabajo?
- Propiedad intelectual de la traducción: ¿Quién ostenta la propiedad intelectual de la traducción, el cliente o el traductor?
- Uso del sello del traductor: ¿En qué casos el traductor puede negarse a que se elimine su sello de la traducción?
Competencia y continua formación:
En el mundo actual, en constante cambio y evolución, la competencia en el ámbito de la traducción jurada es cada vez mayor. Para destacarse en este campo, los traductores jurados deben asumir un compromiso permanente con la formación continua y la actualización de sus conocimientos.
El trabajo de un traductor jurado requiere mucho conocimiento y habilidades. No solo necesitas saber idiomas, sino también entender de leyes, culturas y términos técnicos. Además, como las leyes y el lenguaje técnico cambian constantemente, es crucial seguir aprendiendo para mantenerse al día y hacer un buen trabajo.
Hay varias razones por las que los traductores jurados deben mantenerse actualizados:
- Cambios legales: las leyes cambian a menudo, así que es importante conocer las actualizaciones para traducir con precisión.
- Evolución del lenguaje técnico: cada área tiene su propio vocabulario especializado que cambia con el tiempo. Un buen traductor debe saber estas palabras para hacer traducciones claras y precisas.
- Nuevas herramientas tecnológicas: hay nuevas herramientas que hacen el trabajo más fácil. Saber cómo usarlas ayuda a hacer traducciones más rápido y de mejor calidad.
Para seguir aprendiendo, los traductores jurados pueden hacer lo siguiente:
- Realizar cursos especializados. Depende del ámbito, pero algunos ejemplos son, traducción legal, médica o financiera.
- Acudir a eventos y congresos de traducción para aprender y conocer a otros profesionales.
- Leer revistas y publicaciones especializadas. Esto permite estar al tanto de las últimas novedades.
- Unirse a asociaciones profesionales que ofrecen recursos y cursos para seguir aprendiendo y conectar con otros traductores.
Beneficios de la formación continua:
La traducción jurada es una profesión de gran responsabilidad que exige un alto nivel de competencia.
En un mercado cada vez más competitivo y globalizado, la formación continua se convierte en una herramienta fundamental para los traductores jurados que buscan destacarse y ofrecer un servicio de excelencia.
A continuación, te presentamos algunos de los beneficios que la formación continua aporta a los traductores jurados:
- Actualización de conocimientos y habilidades:
Los expertos dedicados a la traducción jurada deben estar al día de las leyes, palabras técnicas y reglas de los ámbitos en los que traducen. Por ello, la formación continuada es necesaria. Permite estar al tanto de los cambios, logrando traducciones de calidad y con la mayor precisión posible.
Otra necesidad que cubre la formación es la adaptación a las nuevas tecnologías. Permite que sean más eficientes y productivos en su trabajo. Por ejemplo, para la gestión de proyectos.
- Ampliación de la especialización:
La formación continua ayuda a los traductores jurados a aprender más sobre temas que les interesan, como traducción legal, financiera o médica. En la mayoría de los casos es necesario especializarse en algunas de las áreas para ofrecer traducciones de calidad y valiosas.
- Mejora de la competitividad:
En un mercado competitivo, la formación continua es un factor diferenciador que permite a los traductores jurados destacarse de sus competidores. Los clientes se fijan en la formación y saber que el traductor está formado y actualizado con las últimas novedades son puntos a favor para su contratación.
- Aumento de la satisfacción profesional:
Además, al seguir aprendiendo constantemente, los traductores jurados adquieren nuevas habilidades y conocimientos que les hace sentirse más seguros de su trabajo y de lo que pueden llegar a ofrecer.
- Mayor networking:
El networking, es decir, la participación colectiva en cursos, congresos y eventos del sector permite a los traductores jurados conocer a otros profesionales, establecer contactos y ampliar su red de trabajo.
Recomendaciones para la formación continua:
- Identificar las necesidades formativas: es importante realizar una evaluación personal para determinar las áreas en las que se requiere mejorar.
- Elegir la modalidad de formación adecuada: existen diversas opciones disponibles, por lo que es importante seleccionar la que mejor se adapte a las necesidades y preferencias del traductor.
- Participar activamente en la formación: no basta con asistir a cursos o seminarios, sino que es importante participar activamente en las actividades propuestas.
- Mantenerse actualizado: es fundamental estar al día con las últimas publicaciones, investigaciones y eventos relacionados con la traducción jurada.