Es bastante probable que recordéis alguna o muchas de las veces en las que vuestros niños y niñas se han disfrazado para alguna fiesta del colegio, para Carnaval o para Halloween. Y seguro que recordáis que ese fue uno de los momentos más felices del año para ellos y ellas. No es para menos. La verdad es que no cabe la menor duda de que se trata de una de las actividades más divertidas y educativas a las que los peques pueden tener acceso. Por eso es algo que recomiendan todos los educadores y psicólogos hasta la saciedad.
Estamos en un momento en el que prácticamente no hay niño o niña que no se haya disfrazado nunca en España. Los padres y madres son conscientes, más que nunca, de los beneficios que están asociados a los disfraces. Desde luego, lo que es evidente es que, cuando se disfraza, un niño sale de su zona de confort y se ve obligado a interpretar un papel que no ha visto o no ha sentido a lo largo de su corta vida. Eso siempre es positivo y, desde luego, deja claro que disfrazarse no es una actividad de ocio normal.
Una noticia publicada en la página web Eres Mamá indicaba algunos de los motivos por los cuales a los niños les gusta tanto disfrazarse. La verdad es que, como reza el texto, hay pocos niños a los que no les guste esto. Y es del todo positivo que así sea porque no cabe duda de que se apuesta por el desarrollo de la creatividad de los más pequeños, algo que va a ser necesario para su vida. Está claro que nadie puede constituirse como una persona creativa y original sin haberse disfrazado varias veces a lo largo de su existencia.
En otra noticia, el portal web Ser Padres indicaba las principales ventajas de una cuestión como lo es disfrazarse. Lo principal, como ya hemos comentado, es la creatividad. Además, los psicólogos han comentado en varias ocasiones que es importante esta cuestión por el hecho de que así es como se consigue que el niño o niña no se ponga ningún tipo de barrera. Finalmente, es importante destacar que estamos hablando de algo que permite liberar muchas tensiones, una cuestión muy necesaria en muchos momentos de la vida de los niños. Los padres y madres tienen en esta cuestión un bálsamo para tratar de hacer mejor la vida de sus descendientes.
Cada vez que un niño o niña se disfraza, tiene la posibilidad de escribir una historia que le va a servir de una enorme enseñanza para el futuro. Ese es uno de los grandes motivos por los cuales los padres y madres motivan ahora más que nunca a sus pequeños a que se disfracen y que, de hecho, no esperen a que llegue el Carnaval o Halloween para hacerlo. Es lo que nos han transmitido los profesionales de La Casa de los Disfraces, que nos han comentado al mismo tiempo que, aunque esos dos momentos del año son los más fuertes a nivel comercial, también ha crecido la potencia del negocio en los demás meses del año.
Tradiciones que hay que mantener
Hay algo que debemos tener claro. Teniendo en cuenta que disfrazarse es algo positivo, hay que mantener la tradición de festejar Carnaval o Halloween en España. Por otro lado, hay que desarrollar más momentos en los que esté arraigado disfrazarse. Y esto es algo que viene sucediendo con éxito en el interior de nuestras fronteras. Ahora, disfrazarse para los cumpleaños se ha convertido en algo habitual y eso nos gusta mucho, porque hace posible que haya más momentos en los que el niño o niña tenga posibilidades de desarrollar esa creatividad de la que hemos venido hablando.
Ni que decir tiene que hay que promover cualquier manera de hacer que los menores vayan edificando sus valores, no solo a través de los disfraces. Estos son un complemento para todo lo que significa la palabra «educación». Una educación de calidad en la escuela, unida a la construcción de unos valores positivos en el hogar, hace que los menores de hoy sean personas bien formadas y forjadas para el futuro. Y eso es algo que a un país le proporciona estabilidad y tranquilidad.
No nos cabe la menor duda de que a las generaciones que van a venir en el futuro les va a seguir llamando la atención el disfraz como un medio de disfrutar de su tiempo libre. Es algo de lo que nos podemos congratular y que va a tener una gran influencia en la creatividad de las personas del futuro. Nosotros y nosotras, como personas adultas, tenemos el deber de no poner a eso ningún obstáculo y de promover que esos menores disfruten y aprendan al mismo tiempo, que es de lo que se trata.