Con la Ley de Memoria Democrática, cualquier nieto de españoles puede solicitar la nacionalidad española aunque nunca haya pisado territorio español.
En el derecho internacional hay dos principios para adjudicar la nacionalidad a un ciudadano. El derecho de sangre, en virtud del cual, cualquier hijo adquiere la nacionalidad de sus progenitores, con independencia de la parte del mundo en la que haya nacido; y el derecho de suelo, que determina que la nacionalidad viene asignada por el lugar de nacimiento. Cada país se adhiere libremente a un criterio u otro y lo regula en su ordenamiento jurídico.
En España están recogidos los dos criterios. Es decir, un ciudadano es español por haber nacido en España o porque sus padres tienen nacionalidad española, aunque la persona haya nacido en el extranjero.
La Ley de Nietos aprobada en el 2007 extendió el derecho a solicitar la nacionalidad española a los nietos de españoles, aunque sus padres directamente no la tuvieran.
Tal y como nos cuentan los expertos en extranjería de Abogados Watson, un bufete de abogados interdisciplinar con sede en Madrid, Marbella y Valladolid, la reciente Ley de Memoria Democrática extiende los supuestos y facilita el procedimiento. Como nos dicen, ellos han llevado varios casos de este tipo.
Y es que muchos españoles perdieron la nacionalidad por diferentes razones. Uno de los ejemplos son las mujeres españolas que renunciaron a ella para poder contraer matrimonio con hombres extranjeros fuera de España.
Otro ejemplo son los exiliados. Tras la Guerra Civil y durante la dictadura de Franco, miles de españoles emigraron para escapar de la represión del Estado por motivos ideológicos, políticos o de orientación sexual. Al exiliarse perdieron su condición de español. Un derecho que pueden reclamar sus nietos solicitando la nacionalidad española.
Este derecho, como veremos a continuación, afecta a más personas de las que nos imaginamos.
Más de un millón de nietos de españoles en Venezuela.
La web Family Search afirma que en Venezuela viven 126.428 ciudadanos españoles. La inmensa mayoría de ellos han nacido en el país sudamericano; sin embargo, debido a que son hijos de españoles, han solicitado la doble nacionalidad.
Después de Francia y Argentina, Venezuela es el país del mundo que tiene la colonia española más numerosa. Según esta web demográfica, si hablamos de descendientes de españoles hasta segundo grado, es decir, los nietos, la población supera el millón de personas.
La migración española a Venezuela a mediados del siglo XX se da por razones económicas y políticas. A pesar de la situación económica en la que se encuentra el país de Simón Bolívar en la actualidad, lo cierto es que Venezuela era uno de los países más prósperos de Sudamérica. Sus reservas petrolíferas crearon una economía en la que se podía alcanzar un buen nivel de vida y hasta hacer algo de capital.
La otra razón era ideológica. Aunque Venezuela recibió menos exiliados políticos que México y Argentina, tenía una comunidad de ciudadanos perseguidos por Franco. De hecho, en los años 60, el P.N.V. (Partido Nacionalista Vasco) llegó a ser dirigido en el exilio desde Caracas.
Como sucede en otras partes de América Latina, a los descendientes directos de españoles se les llaman gallegos, debido al carácter intrépido de los emigrantes procedentes del noroeste de la península ibérica. Sin embargo, no son los gallegos la comunidad más numerosa de españoles en Venezuela, sino los canarios.
Entre 1948 y 1961, Venezuela, que entonces contaba con una población de 5 millones de personas, recibió una importante oleada inmigratoria procedente de Europa. Ya no solo española, sino también italiana y portuguesa. Conformando de esta manera la sociedad venezolana mestiza que hay en la actualidad.
Las leyes de extranjería que imperan hoy en España favorecen que muchos ciudadanos venezolanos puedan nacionalizarse españoles, ayudándoles a sortear la situación crítica que viven en su país.
Españoles ilustres en Francia.
No todo el mundo sabe que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, es gaditana, más concretamente de San Fernando. Aunque lleva viviendo en Francia desde que tenía dos años.
En 1960, Antonio Hidalgo, electricista y antiguo trabajador de los astilleros, emigra a Lyon (Francia) para poder tener una vida mejor. Como sucedió con muchos emigrantes de la época, el hombre empezó viajando solo, con una visa turística y con los comentarios que había escuchado en su pueblo de que en Francia necesitaban trabajadores. Con su experiencia, a poco que se moviera, podría encontrar trabajo en una fábrica. En menos de un año, Antonio ya estaba colocado y se trajo a la familia.
En 1973, Antonio y su familia se nacionalizan franceses, para poder facilitar el acceso de sus hijas a la universidad.
Otro ejemplo de español francés es el cantante Manu Chao. En este caso, José Manuel Chao nace en París, hijo de un periodista gallego, Ramón Chao, y de una emigrante vasca, Felisa Ortega.
En 1955, Ramón Chao gana un premio de virtuosismo de piano en España. La dotación del premio consistía en una beca en París para perfeccionar sus estudios de música. El joven gallego, que tenía discrepancias con el régimen de Franco, aprovecha la oportunidad para buscarse un trabajo en Francia y quedarse allí, donde desarrollaría una carrera como periodista y escritor.
En un momento en el que España recibe emigrantes de otras partes del mundo y donde el tema de la inmigración está en primera plana, hasta el punto de convertirse en una de las principales preocupaciones de los españoles, no viene mal recordar que nosotros también fuimos emigrantes.
Ventajas de tener la nacionalidad española.
Tener la nacionalidad española facilita mucho las cosas a los migrantes que viven y trabajan en nuestro país. De hecho, muchos de los que llevan viviendo diez años en España terminan por solicitarla. Estas son algunas de las ventajas que implica tenerla:
- Libertad de circulación en la Unión Europea. Ser ciudadano español te permite vivir, trabajar y estudiar libremente en cualquier país de la Unión Europea (UE), sin necesidad de permisos especiales. Además, puedes viajar a más de 150 países sin visado o con trámites simplificados.
- Mayor seguridad jurídica. La nacionalidad española ofrece mayor estabilidad y seguridad jurídica, permitiendo a los inmigrantes establecerse a largo plazo sin preocuparse por renovar los permisos de residencia.
- Facilidad para reunir a la familia. Al tener la nacionalidad española, puedes facilitar el proceso de reagrupación familiar, permitiendo a tus familiares obtener permisos de residencia de una forma rápida y sencilla.
- Acceso a becas y a una educación de calidad. Los ciudadanos españoles tienen acceso a programas de becas y ayudas para estudiar en universidades españolas y europeas. Además de poder acceder a las becas Erasmus y a otros programas internacionales de intercambio.
- Estabilidad laboral. Ser ciudadano español elimina muchas de las barreras legales que encontramos en el mercado laboral, como las restricciones para acceder a trabajos en el sector público.
- Doble nacionalidad. España permite la doble nacionalidad con muchos países, sobre todo de América Latina y de Europa, lo que significa que puedes mantener tu nacionalidad original y, al mismo tiempo, disfrutar de los beneficios de ser ciudadano español.
- Protección consular y diplomática. Al ser ciudadano español, puedes recibir asistencia consular y diplomática en el extranjero en caso de emergencias, como problemas legales, médicos o situaciones de crisis.
- Acceso a créditos y financiación. Es triste reconocerlo, pero es una realidad. Tener la nacionalidad facilita el acceso a créditos bancarios, hipotecas y financiamiento para proyectos personales o empresariales, ya que los bancos perciben una mayor estabilidad económica y social.
Cómo solicitar la nacionalidad para el caso de nietos de españoles.
El blog Immigration Spain señala que los nietos de españoles que cumplan los requisitos establecidos por la ley pueden solicitar la nacionalidad española, aunque no residan en España. Para ello deben realizar una solicitud ante la embajada o el consulado español más cercano.
Lo más importante en este proceso es reunir toda la documentación que acredita que tienes derecho a la nacionalidad. En este sentido, el interesado deberá inscribirse en el Registro Civil del consulado, y si está en España, en el Registro Civil Central.
Será necesario acreditar con la documentación correspondiente que al menos uno de tus abuelos o padres era de origen español, aunque a lo largo de su vida hayan tenido que renunciar a la ciudadanía.
Aunque para iniciar el proceso de reconocimiento de la nacionalidad no es imprescindible asistencia jurídica, sí es recomendable. Cualquier defecto de forma o de fondo puede desestimar la solicitud.
En ocasiones, demostrar el origen español de tu antepasado y tu relación directa con él, puede llegar a ser complejo. No olvidemos que algunas personas al renunciar a su nacionalidad española y acogerse a otra extranjera se vieron obligados a cambiar algunos datos personales, como el nombre, lo que dificulta poder seguir el rastro legal.
Solicitar una nacionalidad española, a la que se tiene derecho, para personas que han nacido fuera del país, puede resultar una situación ventajosa que les puede ayudar a encauzar su vida de otra manera. Estoy pensando en ciudadanos hispanoamericanos de ascendencia española, pero, desde luego, este derecho se puede extender a otras partes del mundo.