Los sueños a veces pueden realizarse, en esto he estado pensando este verano cuando tomaba el sol tranquilamente en mi nuevo chalet en la sierra madrileña. Lo de “nuevo” es entre comillas, puesto que lo que hice es someterle a una reforma tan profunda, que como dicen muchos vecinos lo que hice se pude decir que fue ponerlo todo patas arriba y reformar el interior y el exterior.
En un principio lo que hice fue comprar un chalet que tenía ya unos años, concretamente de 1.972 y que, para ser sinceros, no había aguantado demasiado bien el paso del tiempo. Entre las razones que más me convencieron de la totalidad de la reforma fue un tejado que estaba en bastante mal estado. Yo creo que del pueblo el mío y dos o tres más eran los únicos que no estaban realizados en pizarra, algo fundamental en esta zona, no solo a nivel estético, sino porque también conserva mejor la temperatura.
A la hora de buscar una empresa para la reforma del tejado, también me propuse que parte de la fachada y el acceso al chalet fueran también en pizarra, por lo que necesitaba una empresa seria y de confianza para realizar los trabajos. Me recomendaron estsa empresa de pizarras y derivados, que llevan muchos años en el sector y lo cierto es que no tengo más que buenas palabras, me aconsejaron qué era lo que más me convenía y con una relación calidad precio excepcional.
Hablando con su personal, me comentaron que llevaban más de tres generaciones trabajando la pizarra, por lo que tanta experiencia les permitía poder encontrar las mejores soluciones. El tener a una empresa especialista en vender y distribuir pizarras para tejados, suelos y exteriores se nota, puesto que, una vez visto mi chalet, en un día ya tenían el presupuesto y las labores a realizar preparadas.
Una empresa con «caché» internacional
Algo de lo que me hablaron vecinos de la zona era dela buena calidad de la pizarra con la que trabajaban. El secreto es que la extraen y elaboran a partir de los mejores yacimientos, dedicándose a adaptarla a todo tipo de usos. El buen hacer de esta empresa española ha hecho que sus pizarras sean reconocidas internacionalmente, teniendo clientes desde países de la Unión Europea como Francia,Alemania o Bélgica a más lejanos como Japón, China o Estados Unidos.
Los productos que realizan están totalmente homologados y superan las normas de calidad en todos los países donde están presentes, lo que habla de la seriedad de su trabajo.
En unas semanas realizaron el trabajo y pese a ser de las obras más complejas de mi reforma, su labor fue impecable y cuando acabaron parecía que no hubiesen estado allí nunca. Si a esto le sumas que terminaron un día antes de lo pactado el trabajo, fue para felicitarles.
Ya me hubiera gustado que el resto de temas que tuve que afrontar a la hora de reformar la casa hubiera sido igual de puntual. La verdad es que las reformas son siempre engorrosas y más cuando son casi totales. Eso sí, ahora veo mi chalet, y como decía al principio, he visto cumplidas todas mis expectativas y tengo una casa lista para vivir muchos años en ella con todas las comodidades.