Si existe una palabra que es sinónimo de lujo y elegancia esa es joya. Este término se asocia inexorablemente a alto standing, al estatus social y, por supuesto al lujo al máximo nivel. Aunque bien es cierto que las joyas, en la actualidad, son más accesibles que nunca. Pese a que no todo el mundo pueda lucir diamantes en sus anillos, si es posible adquirir buenas piezas por la inmensa mayoría. No obstante, tampoco a todo el mundo enloquecen las joyas, ni los diamantes o el lujo en exceso. Matices al margen, de lo que queremos hablar en este artículo es de lo que se espera de las joyas en el presente año que ahora empieza.
Dentro del mundo de la joyería, en constante evolución, existe, como en cualquier otro sector, la tendencia que marca las pautas que llevan a la moda. Este año, justo el que divide la década por la mitad, la tendencia reside en la búsqueda de la exclusividad y las piezas de calidad. En tanto que para este dos mil veinticinco, la diversidad, la sofisticación y la sostenibilidad será la impronta deseada.
Para los amantes de la joyería o aquellos que gustan de estar al día de las últimas novedades, vamos a explorar de la mano de Joyería Lorena, conocedores de todo lo relacionado con el sector joyero, las tendencias. Desde los metales y piedras preciosas más solicitados y populares hasta los estilos que van a predominar en las pasarelas y calles. Veamos con detenimiento todo lo concerniente a esas tendencias en el sector de la joyería que se alzarán con el podio de la moda a lo largo de este año.
Vanguardia y sostenibilidad ante todo
La misma palabra, lo dice, estar a la última, en la vanguardia, en este caso particular, de materiales y metales. La razón de este afán no es otra que la de encontrar la sostenibilidad en los diseños. Se trata, no en vano, de una de las mayores preocupaciones en el momento actual y, todo apunta a que seguirá siendo la clave a lo largo de este año. Los consumidores son los primeros en mostrar interés por los orígenes y procedencia de los materiales con los que se confeccionan las joyas que lucen. Siendo así, la demanda de una joyería ética y sostenible aumenta exponencialmente, llevando a las marcas de joyería más relevantes a apostar por el reciclado de los metales y el uso de gemas éticas.
El oro reciclado y los diamantes sintéticos van a ser los claros protagonistas, haciendo posible a los consumidores que adquieran piezas de lujo sin comprometer al medioambiente. Las marcas que adopten todo tipo de prácticas responsables y garanticen la trazabilidad de los materiales, gozaran de mayor favor por parte del público.
Por otro lado, no se puede ignorar el retorno de los grandes clásicos en el mundo de la joyería: el oro amarillo y rosado. A pesar de estas tendencias vanguardistas, las modernas y las futuristas, el oro amarillo es el eterno favorito. En esta ocasión, el oro podrá verse en piezas con diseños más contemporáneos, combinado con diseños minimalistas e incluso, vintage.
En cuanto al oro rosa, se mantendrá como uno de los materiales más solicitado, gracias a su elegancia y versatilidad, que hacen que se trata del material perfecto para los que buscan la calidez en sus joyas.
Las piedras preciosas exóticas, de colores vibrantes y únicos, serán protagonistas debido a su increíble diversidad. Aunque los diamantes nunca van a perder su popularidad, las gemas de colores, ganan terreno en el mundo de la joyería, donde la explosión de colores vibrantes será una realidad. Desde esmeraldas a zafiros con tonos más audaces, hasta topacios de una amplia variedad tonal, predominarán en las colecciones de las diferentes marcas. Además de cobrar relevancia piedras menos habituales como la turquesa, el ámbar o las piedras lunares. Por su puesto, la personalización de cada pieza que resalta por su rareza y exclusividad, promete diseños únicos y muy pero que muy, personales.
Respecto a los estilos que serán tendencia en el presente año, encontramos el minimalismo refinado. Ese que reza “menos es más”. El minimalismo es una de las tendencias en auge que nos llegan desde el pasado año, el cual se volverá más sofisticado. El resultado, piezas de joyería creadas en base a líneas simples, limpias y elegantes, con un toque de exclusividad. Anillos de diseño delicado, pendientes pequeños o collares finos estarán presentes en cada línea. Las marcas, buscaran diseños en los que aparezca la maximización del estilo con una mínima ostentación, el ideal de los que buscan joyas discretas y sofisticadas al mismo tiempo. Dos palabras definen este estilo: elegancia y funcionalidad.
Por supuesto, no puede faltar en clara línea con la sostenibilidad, un estilo que demuestre ese vínculo con la tierra. La joyería fabricada con elementos naturales se convierte en la insignia de esta temporada. La incorporación de este tipo de elementos como la madera, conchas o materiales reciclados, a los que hacíamos alusión anteriormente, son una de las tendencias que con mayor fuerza golpean este año. Estos materiales ofrecen una estética singular, orgánica, única y autentica. Los mismos diseñadores se ocuparan de encontrar la adecuada combinación de los diversos elementos naturales y metales preciosos, con la finalidad de crear piezas de gran impacto visual. En ese sentido, retornan las gemas sin tratar en piezas de diseño exclusivo para resaltar la belleza más pura.
Como contraposición al creciente minimalismo, se presente el maximalismo, constituyendo un exceso pero, en este caso, con estilo. A lo largo del año, se vara una marcada tendencia hacia las joyas de corte más grande, sobre todo en pendientes, collares y anillos, de gran tamaño y complejidad en sus diseños.
Este tipo de piezas de joyería, serán ideales para todos aquellos que quieren reafirmar su estilo. Predominan en este sentido los diseños recargados y las joyas con toques vintage.
Femenino, masculino… unisex
Resulta indiscutible que la tendencia unisex se reafirma, dejando de ser tendencia para convertirse en una moda o quizá, para instalarse de forma definitiva. Dentro de las tendencias en cuestión de género, la que mayor protagonismo cobra es la unisex. En este año será a todas luces, la tendencia dominante. Colecciones de joyas diseñadas indistintamente para hombres y mujeres, fusionadas para dar lugar a piezas que pueden lucirse por cualquier persona, independientemente de su género.
Este estilo se define y caracteriza por contar con diseños sencillos, pulseras y anillos más estructurados y definidos, colgantes válidos tanto para hombres como para mujeres y colecciones inclusivas.
Para los hombres, el sector de la joyería evoluciona en la misma medida. Opciones para personalizar su estilo con piezas de gran elegancia pero sin estar sobrecargadas, como anillos grandes, brazaletes metálicos o pendientes pequeños, seguirán gozando de su popularidad, pero con matices y detalles más refinados y sofisticados que aporten elegancia. La tendencia masculina se encara hacia la sutileza que refleja al mismo tiempo la fuerza y seguridad de quien porta la pieza.
Aquellos y aquellas que gustan de ir a la moda en cuestiones de joyería, pueden adelantarse a estas tendencias y estar a la vanguardia sin le necesidad de cambiar todo el joyero (algo que puede resultar bastante complicado, la verdad). Es suficiente con aposar por alguna de las piezas clave que refleje la tendencia actual. Incorporar alguna joya personalizada que se haya confeccionado con materiales sostenibles o piedras preciosas exóticas, así como hacerse con piezas versátiles de corte unisex, puede constituir una excelente inversión. En cualquiera de los casos, pueden combinarse perfectamente con diferentes estilos, looks y en diversas ocasiones. Jugar con el maximalismo puede resultar interesante, combinando piezas llamativas y algo extravagantes.
En resumidas cuentas, el presente año, viene marcado por algunas tendencias que harán posible que se transforme la forma en la que se ve y entiende la joyería. Alejándose del lujo sin perder la elegancia, desde la sostenibilidad hasta el maximalismo, pasando por las joyas unisex y las piedras preciosas más exóticas y singulares, existen y existirán, opciones para todos los gustos.
Teniendo presente que la joyería siempre se ha considerado como una forma de arte lujosa y más bien atemporal, podemos decir que estas tendencias pueden darse gracias a la tecnología. De hecho, la misma está revolucionando el sector de forma continua, haciendo posible lo imposible, puesto que permiten a los diseñadores jugar y explorar nuevas formas, texturas y materiales con mayor rapidez. Esto permite que los consumidores modernos que no se contenta con piezas genéricas, puedan encontrar la exclusividad con mayor facilidad.
El cambiante panorama del diseño, incluido el de la joyería, merced a la tecnología, hace posible que esas posibilidades creativas sean más ilimitadas que nunca. Lo que permite a los grandes diseñadores que rompan los límites del diseño tradicional de joyas para crear piezas únicas que destacan sobre las demás.
Singularidad, exclusividad, sostenibilidad y a la vez, elegancia, son lo que ofrecen las joyas del futuro que ya, son parte de nuestro presente. Inevitablemente, las tendencias de las que venimos hablando, en su mayoría, no pasarán de largo y quedarán instaladas durante mucho, mucho tiempo, sin eludir el inevitable paso de la evolución en cuestiones de diseño.