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Diamante en bruto

Una de las joyas más preciadas, junto a las perlas. Este mineral, considerado como la joya más valiosa, es símbolo de poder, riqueza y elegancia. Su obtención entra dentro de los crímenes cometidos contra la humanidad, siendo en algunos países, el castigo de muchos. Los conocidos como diamantes de sangre, son fruto del trabajo en condiciones infrahumanas que se realizan para sacarlos de la mina. El elevado valor de estas piedras cuyo principal uso es la alta joyería, ha estado manchado a lo largo de la historia por muy diversas acciones cometidas para hacerse con ellos.

Sin embargo, como se forman los diamantes es para muchos una incógnita. Siempre hemos pensado que ser originaban a partir de carbón extrusionado, hasta que Serrano Joyeros, profesionales del mundo de la joyería, nos ha explicado como se obtiene tan delicada pieza de joyería. Aunque decir delicada, no es lo más apropiado, puesto que se trata de una piedra preciosa capaz de cortar el cristal.

Catalogado en realidad, como el mineral más duro del planeta, el diamante es un mineral tan enigmático como valioso, sobre el cual se han construido numerosas historias con categoría de leyenda. En muchas de las cuales, se afirma que el diamante se crea del metamorfismo natural del carbón o debido al aumento de la presión natural del propio ambiente geológico del grafito.

Lo cierto es que, el carbón, no juega ningún papel dentro de la formación de los diamantes. De hecho, la gran mayoría de los diamantes hallados en la Tierra, son todavía más antiguos que las primeras plantas terrestres (material con el que está formado el carbón) que había en el planeta. Con esta afirmación, debería bastar para obviar esa idea de que los depósitos de diamante del planeta se formaron a partir del carbón.

Otro punto que presenta fisuras en esta teoría es que, las capas de carbón son rocas de tipo sedimentario que, de forma generalizada, ocurren como unidades de roca horizontales o casi horizontales. Por el contrario, las rocas en las que se originan los diamantes, son tuberías verticales en las que se encuentran depósitos de rocas ígneas.

En definitiva, los expertos, consideran que son cuatro los procesos responsables de la formación de los diamantes naturales que han sido encontrados en la superficie terrestre. Uno de estos cuatro procesos, representa, prácticamente el cien por cien de todos los diamantes extraídos. Los otros tres procesos de creación, son fuentes nimias de diamantes comerciales.

Formación de diamantes de manera natural

Retomando el carbón como parte del proceso de formación de los diamantes, hay que prestar atención al detalle. El carbón es una roca sedimentaria, como ya hemos dicho, se encuentra en capas de la corteza terrestres que, de forma generalizada, no superan los cuatros kilómetros de profundidad y que han sido formadas por los restos de las plantas que había en ambientes pantanosos y, posteriormente, se han litificado.

Teniendo este detalle en mente, encontramos que los diamantes, se encuentran a niveles más profundos que el limite de la corteza continental y oceánica. Si la corteza continental, puede alcanzar los setenta kilómetros de espesor, ¿cómo es posible que el carbón pueda someterse a la profundidad y presión necesaria para la formación de los diamantes? Según los expertos en geología, no es ni siquiera imaginable un proceso geológico de tamaña magnitud, capaz de hacer eso.

Para que se produzca la formación de diamantes, tienen que combinarse una serie de elementos o factores. Uno de ellos es la profundidad en la que se forman y originan. Dicha profundidad, se establece aproximadamente a unos ciento cincuenta kilómetros bajo la superficie. Aunque pueden formarse en la base de zonas conocidas como subducción, a unos ochenta kilómetros de profundidad.

Otro factor que debe darse es la temperatura adecuada. A doscientos kilómetros de profundidad, la temperatura puede llegar a alcanzar los mil cincuenta grados centígrados, siendo la temperatura ideal para la formación de diamantes.

Por otro lado, es necesaria una determinada presión para su formación. De hecho, se trata del parámetro mas importante para que se produzca la formación de tan preciado mineral. A una profundidad de ciento cincuenta a doscientos kilómetros, la presión puede llegar a alcanzar medio millón de atmósferas.

Sabiendo que los factores necesarios para que se produzcan diamantes de forma natural son la presión y la temperatura extrema, es fácil comprender que en zonas cercanas a la superficie terrestre, no se dan las circunstancias apropiadas para su formación. Queda de este modo, descartado el carbón como elemento de composición.

Podemos entonces, hablar de como se forman los diamantes, en el manto de la tierra, las zonas de subducción, los sitios de impacto de asteroides o en el mismo espacio.

Métodos de formación de diamantes

Uno de los métodos de formación de diamantes es el que se da en el manto de la tierra. En este caso en particular, los geólogos consideran que los diamantes en todos los depósitos comerciales existentes, se formaron en el manto, siendo entregados o expulsados, a la superficie mediante erupciones volcánicas de origen profundo. Dichas erupciones, son procedentes de las tuberías de kimberlita y lamproita, tan codiciadas por los buscadores de diamantes.

La mayoría de estos codiciados tubos, no contienen diamantes, o la cantidad es ínfima y carente de interés comercial. Por el contrario, las minas a cielo abierto y subterráneas, se desarrollan en estas tuberías cuando contienen la cantidad adecuada de diamantes para hacer que la minería sea rentable. Algunos diamantes encontrados en ellas, proceden del desgaste y erosión de las mismas tuberías. Actualmente, estos diamantes se contienen en los depósitos sedimentarios de arroyos y costas.

Para la formación de diamantes naturales, como ya hemos explicado, es necesario que concurran temperaturas y presiones muy altas. Dichas condiciones se dan en zonas muy limitadas del manto de la tierra, a unos ciento cincuenta kilómetros o más, puntos en los que las temperaturas alcanzan los más de mil grados centígrados. Este entorno adecuado para la formación de diamantes, no se haya presente en todos los puntos del globo. Se considera que esta presente en el manto de las placas continentales.

Siendo los diamantes formados y almacenados en estas zonas, conocidas como “zona de estabilidad de diamantes, expulsados a la superficie a través de las erupciones volcánicas que arrancan trozos de manto y los depositan en la superficie. Los mismos expertos, aseguran que se trata de una erupción volcánica muy rada y que no ha sido observada por humanos modernos.

Las zonas de subducción son otra de las encargadas de la formación de diamantes. Este tipo de formación deriva del hallazgo de pequeños diamantes en rocas que, se cree, han sido subducidas profundamente en el manto, por los procesos tectónicas de las placas, regresando posteriormente a la superficie. La formación de diamantes en una placa subductora, puede dares a ochenta kilómetros bajo la superficie y temperaturas de doscientos grados centígrados. Otro estudio llevado a cabo, determina que los diamantes de Brasil, contienen pequeñas inclusiones minerales compatibles con la mineralogía de la corteza oceánica. Otros, tienen inclusiones que inducen a pensar que el agua marina estuvo involucrada en la formación de los mismos.

Conocida como formación de diamantes en sitios de impacto, encontramos otro de los métodos de formación más comentados. A lo largo de la historia del planeta, la Tierra ha sido golpeada en innumerables ocasiones por grandes asteroides. Cuando se produce el golpe, la presión y la temperatura en el lugar del impacto, es extrema. Un ejemplo sencillo, consiste en un asteroide de diez kilómetros de ancho, que viaja a quince o veinte kilómetros por segundo, produciría una explosión de energía equivalente a armas nucleares y temperaturas más elevadas que la superficie solar.

Estas condiciones son mas que adecuadas para propiciar la formación de diamantes. Dicha teoría, se ha visto respaldada por el descubrimiento de pequeños diamantes, alrededor de varios sitios en los que se ha producido un impacto de asteroide. En este particular, el carbón, si podría verse involucrado en la formación, aunque las calizas, mármoles y otras rocas con base de carbono, serían más probables.

La misa NASA, en sus investigaciones, han detectado grandes cantidades de nano diamantes en algunos de los meteoritos encontrados y analizados. Se cree que los diamantes encontrados en los meteoritos, aun siendo de tamaño ínfimo, se formaron en el espacio a raíz de las colisiones a alta velocidad semejantes a las que procuran la formación de diamantes en los sitios de impacto del planeta.

A mediados del siglo pasado, los científicos descubrieron nuevos métodos para procurar la formación de diamantes sin que mediara la naturaleza. Consiguieron crear y replicar las condiciones de temperatura y presión necesarias para reproducir diamantes en un laboratorio. La mayoría de los primeros diamantes creados, no eran de calidad gemológica, pero si perfectos para ser utilizados en las diferentes aplicaciones industriales.

En la actualidad, hay que decir que, casi todos lo diamantes que son utilizados en los diferentes procesos industriales, son creados en laboratorios. También se han alcanzado elevados niveles de calidad que permiten obtener calificaciones incoloras o muy ligeramente incluidas.

De los diamantes en bruto, se puede hablar mucho más, aplicaciones, valor, calidades… pero el pulido y tallado, lo dejamos para otro post.

 

 

 

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